Mario Mola, tres veces campeón

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El atletismo, la natación y la bicicleta han sido las diferentes disciplinas que ha tenido que dominar Mario Mola para lograr ser tres veces campeón mundial de triatlón (2016, 2017, 2018) y campeón mundial de duatlón (2013), además de haber visto de cerca tres veces (2012, 2016 y 2020) las llamas olímpicas. Mario Mola es uno de los triatletas más reconocidos en Mallorca y, desde hace algunos años, reside en Marratxí. Ahora se enfrenta a nuevos retos: la paternidad y formar un nuevo club en el municipio.

¿Qué te motivó a comenzar en el mundo del triatlón y el duatlón?
Empecé haciendo natación desde pequeño. Mis padres, aunque no eran deportistas, pensaban que el deporte era un buen ambiente para crecer y desarrollar ciertas actitudes durante la infancia. A los 15 años, tuve la suerte de encontrarme con Iván Muñoz, que en aquel momento era preparador físico de un club de natación. Fue él quien me enseñó el triatlón, que entonces, hace casi 20 años, era un deporte minoritario con mucho menos reconocimiento. Pocos años después, y gracias a los resultados que obtuve en categorías menores, descubrí que tenía facilidad y que valía la pena darle una oportunidad.

Este deporte te exige dominar las modalidades de natación, ciclismo y atletismo. ¿Tienes alguna favorita o, por el contrario, hay alguna que te haya costado más?
A pesar de venir de la natación, la carrera a pie es la disciplina a la que más rápido me adapté y para la que siempre he tenido más facilidad. En cambio, la natación siempre me ha costado más.

¿Cómo entraste en el mundo del deporte de élite?
A finales de 2009, fui campeón del mundo júnior y en 2010 ya pasé a la categoría sub-23. Ese año decidí trasladarme a Madrid, al centro de alto rendimiento, para poder seguir compaginando estudios y deporte, pero sin dejar de dar prioridad a la parte deportiva. De 2010 a 2012 viví en Madrid, año en el que disputé mis primeros Juegos Olímpicos.

De hecho, nunca has dejado de lado los estudios, ya que eres graduado en administración de empresas.
Considero que es bueno tener una segunda vía, ser consciente de que una lesión o un problema antes de tiempo te puede apartar de cualquier ilusión u objetivo. Esta mentalidad ha sido lo que me ha permitido disfrutar del deporte. No he dejado de estudiar, siempre he hecho formación complementaria o algún máster. Ahora las universidades ofrecen la posibilidad de estudiar a distancia.

En estos últimos años, tu trayectoria ha tomado un nuevo rumbo.
Ahora soy padre, y el deporte pasa a un segundo plano por pura obligación, por necesidad y con mucho gusto. Es a partir de este momento cuando me planteo hacer otras modalidades que hasta ahora no podía, como es el caso del duatlón o el atletismo, que me permiten, con un tercio o la mitad de lo que entrenaba, seguir compitiendo.

¿Cómo afrontas esta nueva etapa en el atletismo en el Club Cárnicas Serrano?
Poder seguir compaginando deporte con una vida familiar es, por supuesto, una ilusión, ya que eran contadas las ocasiones en las que podía correr, no solo en Mallorca, sino también en España.

¿Cómo se gestiona poner un punto y aparte a una carrera deportiva de alto rendimiento?
Creo que todos deben hacer un esfuerzo previo para asimilarlo y asumirlo. A nadie le gusta retirarse porque, durante ese tiempo, has disfrutado del reconocimiento y de poder hacer lo que te gusta. A ciertas edades es más difícil competir, no imposible, pero sí más complicado. Por otro lado, hay que ser consciente de que llega un momento en el que hay que dejar paso a los que vienen.

¿Cuál es la clave para mantenerse al alto nivel durante tanto tiempo?
Por un lado, está la constancia y el sacrificio, y, por otro, hay que buscar esa perfección que nunca llega, pero que te permite aprender. Y en un deporte como este, de tres disciplinas, siempre hay mucho margen de mejora.

¿Has necesitado ayuda psicológica para afrontar los momentos más duros?
No directamente, pero sí he recibido el apoyo diario de mi familia y de mi pareja. Siempre me han ayudado a superar momentos complicados. He tenido la suerte de tener un entorno que, sí, en los momentos buenos me ha aplaudido, pero tampoco ha hecho una fiesta, y en momentos malos han sido capaces de empujarme hacia adelante.

¿Qué supone que el triatlón vaya ganando más reconocimiento?
Creo que implica que las instituciones y las entidades privadas se interesen más y, a la larga, esto incrementa las oportunidades para los deportistas. Entiendo que un joven, si tiene que decidir entre ir a la universidad, seguir estudiando o empezar a trabajar, o dedicarse al deporte necesita cierta seguridad. A los deportistas de la isla y de España se nos apoya.

Ahora resides en Marratxí.
Hace algunos años que nos instalamos definitivamente. Me gustaría poder acercar cada vez más el triatlón al municipio, porque considero que tenemos un entorno muy propicio para la práctica deportiva.

¿Tienes proyectos en marcha en el municipio?
Estoy muy ilusionado con el nuevo club deportivo que hemos puesto en marcha en Marratxí. Es una iniciativa que nace con la voluntad de fomentar el deporte y los valores del atletismo entre niños, jóvenes y adultos. Queremos ofrecer una estructura sólida para que todos puedan disfrutar y crecer, tanto si quieren competir como si simplemente buscan una manera saludable de mantenerse activos. Todavía estamos en los primeros meses de funcionamiento, pero ya contamos con un grupo muy motivado y esperamos seguir creciendo y sumando deportistas de todas las edades.

¿Qué significó ser el padrino de la Gala del Deporte 2025?
Fue un honor ser el padrino. Siempre he sentido un gran aprecio por el deporte local, y poder reconocer el esfuerzo de atletas, entrenadores y clubes de Marratxí fue muy especial. Es fundamental dar visibilidad a todo el trabajo que se hace desde la base, y este tipo de actos ayudan a motivar e inspirar a las nuevas generaciones.

¿Cuáles son tus próximos objetivos?
Este año me gustaría dar más prioridad a algunas pruebas de ámbito balear y poder correr más en casa.

CARA A CARA

¿Cómo es tu día a día ahora que has dejado la alta competición?
La prioridad gira en torno a poder atender a los niños pequeños de casa, pero después de llevarlos a la escuela tengo tiempo para planificarme y entrenar.

El mejor momento del día: La noche, cuando te das cuenta de que has cumplido con las tareas diarias.

Un personaje que admires: Nunca he sido idólatra, siempre he admirado a la gente que he tenido cerca y he respetado a los demás.Un libro:De qué hablo cuando hablo de correr, de Murakami, por la filosofía que transmite.