Corría el año 2000 cuando dos jóvenes de veinte años, David Romero y Rafael Moreno, se lanzaron al sueño de crear su propia empresa. No tenían recursos propios, pero sí mucha ilusión y un gran amor por los animales cuando montaron Dispet Baleares SL, una empresa que en sus inicios se dedicaba a la distribución de piensos para mascotas.
Veintidós años después, aquella pequeña distribuidora se ha convertido en un referente en todas las islas del archipiélago, tanto para tiendas, almacenes, clínicas veterinarias, asociaciones, profesionales o cooperativas y tanto en productos como en servicio. Actualmente, Dispet factura 3,3 millones de euros anuales y cuenta con 20 trabajadores y más de 6.000 referencias de productos para las mascotas: alimentación seca, húmeda, productos veterinarios y todo tipo de accesorios. Y todos son de marcas de máxima calidad (Purina, Mares, Affinity, Acana, Picart, etc.)
Hace unos años, Dispet puso en marcha la tienda para particulares en el mismo almacén donde el cliente puede acceder a todos los productos y ser atendido y aconsejado por los “mejores profesionales del sector”, según asegura David Romero, uno de los dos fundadores de Dispet. Además, a través de su página web para profesionales se pueden hacer pedidos, consultar productos y su disponibilidad, precios, facturas, etc.
Boom de las mascotas
En los últimos años el sector de las mascotas ha experimentado un gran crecimiento y una diversificación y sofisticación de la oferta en consonancia con el aumento de mascotas en los hogares. “El cliente está de cada vez más especializado, sabe lo que quiere para su mascota y, por supuesto, es más exigente con las calidades. La mascota se ha convertido en un miembro más de la familia”, afirma David Romero.
En Dispet destacan que el momento más complicado que han vivido fue durante la crisis del 2008, que supuso un cierre “masivo” de tiendas. La pandemia también fue una época muy complicada para los fundadores de Dispet por la preocupación por los contagios. ”Pusimos en marcha todas las medidas necesarias y los protocolos de prevención para proteger a nuestros trabajadores y con la responsabilidad de ser un sector esencial para el suministro de productos para nuestras mascotas”, afirma Romero.
Pasada la crisis de 2008 y la pandemia, ahora apunta otra crisis, la crisis inflacionaria y la derivada de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. En Dispet ven un futuro “incierto” a raíz de la inestabilidad económica, social y política. “Vemos cada día incremento en los precios de materias primas, incremento del combustible, subida de precios… Por eso, hemos tomado medidas como incrementar el stock ante una posible huelga de transporte y así poder continuar dando el mejor servicio posible a nuestros clientes”.
Insularidad
En Dispet, como a todas las empresas de las Islas, les afecta la insularidad y el consecuente incremento de costes ante los competidores, que juegan con ventaja ante las empresas insulares porque no tienen los sobrecostes que supone operar desde una isla. “Sería beneficioso para las empresas insulares que las administraciones nos diesen ventajas fiscales para poder ser competitivos y poder expandir el negocio en otros territorios”, reclama uno de los fundadores de Dispet.
Como otras muchas empresas del polígono de Marratxí en Dispet elogian la ubicación estratégica del polígono. Cuentan que se instalaron en él por su accesibilidad a las vías principales que comunican con todos los pueblos de Mallorca. “Creemos que es un punto estratégico para la distribución porque está cerca de Palma, pero sin masificación. Aquí no hay colas kilométricas para acceder en el polígono ni tampoco hay problemas de aparcamiento”.
David Romero y Rafael Moreno, aquellos dos jóvenes que se atrevieron a crear una empresa en 2000 han visto su sueño cumplido. Han atravesado múltiples trabas a lo largo de su historia, algunas muy recientes como la crisis de 2008 o la pandemia, pero la realidad es que pasados veinte años han conseguido consolidar la marca Dispet en las Baleares. Una empresa referente en el sector de la mascota que emplea a veinte personas y que espera acabar el año con una facturación de 3,5 millones de euros.