La cerámica en el mundo rural: de la necesidad al desconocimiento

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La cerámica en el mundo rural es el tema para la XXXIX edición de la Fira del Fang, que ha expuesto 18 piezas en la carpa en Sant Marçal.

La relación entre la cerámica y el mundo rural sigue siendo un testimonio vivo de la conexión entre artesanía y tradición, aunque su origen proviene de la necesidad práctica.
Y es que a lo largo de los años, la cerámica ha pasado de ser una herramienta esencial en la vida cotidiana del payés a convertirse en un objeto meramente decorativo para la mayoría. Los artesanos y estudiosos de la cerámica de Marratxí aseguran que, salvo los útiles utilizados para las matanzas, son muchos los que ignoran la funcionalidad del resto de piezas. Como parte del patrimonio a proteger, vale la pena mirar hacia atrás y dar a conocer su uso, para que no se pierda.

La necesidad como origen

El uso de la cerámica en la ruralía del municipio surge de la necesidad de tener utensilios para el trabajo diario y la gran cantidad de arcilla que se ha encontrado tradicionalmente en Marratxí.  Los platos, las greixoneres o las jarras han estado presentes en las casas mallorquinas desde hace muchos años, pero el uso de la cerámica en el mundo rural se extiende mucho más allá de la cocina y la decoración.  Algunas piezas se siguen utilizando en la actualidad, conservando, en algunos casos, su uso original.

El profesor de cerámica de la escuela Pilar Sastre, Toni Vich, explica que «en Mallorca, siempre ha habido mucha arcilla, que se ha aprovechado porque estaba al alcance de la gente del campo». Básicamente, argumenta, se trataba de un uso puramente utilitario: «según las necesidades que encontraban en el campo, se iban haciendo piezas y desarrollando tipos muy concretos».

Margalida Joan, responsable del Museu del Fang, piensa que la temática de la feria de este año es del todo acertada: «creo que es importante para dar a conocer estas piezas y tal vez volver a utilizarlas».  Para ella, «esta es la verdadera lucha, dar a conocer su uso para que no se pierda».

Por ello, “las piezas que todavía se utilizan en el campo las daremos a conocer con un cartel didáctico en la exposición de la Fira del Fang, porque son parte de la nuestra  cultura etnológica”, explica Vich

Un uso desconocido

La del mundo rural es un tipo de cerámica desconocida para muchos. Su uso, olvidado en muchas piezas, quiere ponerse en valor en la próxima Fira del Fang para poder divulgar su uso a lo largo de la historia.

El Museu del Fang ha logrado recopilar, con donaciones de colecciones particulares y gente del pueblo, las piezas más antiguas, que datan de 1930 y 1945, una muestra de cerámica tradicional mallorquina, donde abundan las piezas de matanzas. Margalida Joan explica que “la de este año es una exposición muy curiosa, porque son piezas que tal vez la gente nunca ha visto.

La cerámica y el transporte del agua: piezas adaptadas según el oficio

Tanto para los humanos como para los animales, el fang es el elemento perfecto para conservar el agua, ya que permite que ésta quede fresca, tanto para regar o consumir.  Al ser porosa, la arcilla resulta ser el mejor material para enfriar el agua. Cuando el líquido traspasa la pared de arcilla en el proceso de evaporación suda, enfriando el contenido dentro de la cerámica. La propiedad de bajar la temperatura del agua no es posible con otro material, de ahí que la cerámica sea esencial y única.

Según el oficio, los botijos o càntirs tomaban una forma determinada, que se iba adaptando.  Por ejemplo, las botilles se utilizaban para abastecer de agua a los trabajadores durante las interminables jornadas. La botilla de barca, de base muy ancha y baja de estatura, gracias a su forma evitaba que con los movimientos de la embarcación el agua no saliera del recipiente;  y también la botilla de carreter, con una parte plana para colgar en el carro.

La exposición de la Fira

Entre los utensilios del mundo rural, encontramos dos grupos diferenciados: gerreria y olleria.  En el primer caso, se utiliza la arcilla blanca, un barro que no necesita tratamiento, mantiene el agua más fresca y es adecuado para su transporte y almacenamiento.  En el caso de la ollería utiliza el fang vermell de Pòrtol, que necesita una capa de barniz para facilitar su impermeabilidad y una mejor higiene, según el uso de la pieza. 

LA GERRERIA

BUTILLES
Destinados a transportar el agua en los trabajos. Encontramos botilla de carretero, botilla de barca o botilla de pereller, cada una de ellas adaptada al oficio.

CADUF
Pieza con forma cilíndrica con un pequeño orificio, colocada en la rueda de una noria, que sirve para sacar agua.

REGADORA
Jarra para regar las macetas, provista de tres asas con una protuberancia redonda y llena de agujeros en la parte superior.  

GERRA DE TARONGER

Piezas que se enterraban, llenas de agua, junto a las cepas de los árboles y le daban humedad. 

COSSIOL DE GARROVER
Tiesto estrecho y alto con agujeros en los lados para mantener los algarrobos jóvenes trasplantarlos.

FORMIGUER
Recipiente de dos partes que se sitúan llenas de agua en la base del tronco del árbol. Evitan las hormigas u otros insectos y protegen su fruto.

BEVEDORS DE CAPELLA O DE GERRA
Recipiente para dar de beber a pequeños animales de corral o de pluma. 

MENJADORA RODONA O DE PICA
Recipiente para el grano para pequeños animales de corral.

CARAGOLERA
Recipiente con tapadera, en forma de alfabia, llena de agujeros para mantener los caracoles vivos.

CONILLERA
Recipiente circular con tapadera y tubo de entrada, en forma de cueva, para tener las crías.

NIERÒ DE COLOM O TORTORA
Recipiente en forma de plato que sirve para hacer el nido o poner.  Existe gran variedad, según el animal y la colocación en la pared o el suelo.

RIBELL O PICA DE PORC
Recipiente que se incrustaba en las paredes de las piaras, para dar de comer a los cerdos.

CAERA O BUC
Recipiente cilíndrico de un metro de largo, con pequeños agujeros y tapa, para desarrollar colonias de abejas. 

LA OLLERIA

RIBELL DE MATANCES
Recipiente de fang vermell y barnizado, con base plana, más ancho que alto, utilizado en para amasar sobrasada.

RIBELL DE SANG
Más pequeño que el de matances, y con pico, para recoger la sangre del cerdo y verterla.

PITXER
Recipiente con asa y pico. Usado para verter el agua cuando se limpia las tripas.

ALFÀBIA D’OSSOS
Recipiente cilíndrico con cuatro asas y tapadera. Se utiliza para conservar los huesos con sal. 

Cerámica en el mundo rural actual: uso exclusivo en las matanzas

Aunque el uso de la cerámica en los entornos rurales se ha ido desplazando por materiales más resistentes y ligeros como el plástico, en el mundo rural todavía se siguen encargando piezas de arcilla. En Marratxí, el único artesano gerrer que sigue haciéndolas hoy en día es Pere Coll. 

“Investigué y saqué muchas piezas para una edición anterior de la Fira del Fang.  Un museo de Barcelona, ​​el Etnológico y de Culturas del Mundo, se puso en contacto conmigo e creé más de noventa y ocho piezas, con un escrito que indicaba para que servían”. Terra de canterers fue una exposición temporal en el año 2016 en la sala de Montjuïc. “Me gusta dar a conocer a la gente los usos de estas piezas, tal vez así se animaría a tenerlas. Pero los que más compran son los extranjeros”.

La demanda no se detiene, pero su uso original se ha perdido.  Según el oller, el cossil ahora se utiliza para sembrar, no para hacer la colada. “Aún se llevan cubells, pero para sembrar, al igual que el cossil. Sí se llevan para utilizar la gerra de taronger, el formiguer y alguna conejera, las regadoras sólo se emplean de manera ornamental, pero en general no tenemos mucha producción”.

Les gerres de taronger se venden, pero no en el mundo rural.  “Tengo una clienta alemana que tiene una escuela de jardinería y árboles frutales que las utiliza y enseña a usarlas; en Sóller también me han comprado, pero el cliente es francés, no es de por aquí”, afirma, sin dejar de defender su utilidad.  

Coll reivindica la importancia que los jóvenes sepan para qué se utilizan, “para que no se pierda” [dice con una sonrisa]. Mucha gente de cincuenta años para arriba tampoco lo sabe.  Hoy se usan de vidrio o plástico porque no saben lo que tenemos de barro. Si se supiera todo lo que hacemos, lo utilizarían y pedirían más”, afirma.

Tanto desde la Escola de Ceràmica, como los ollers coinciden en que una de las piezas que podría volver a utilizarse en la actualidad es la gerra de taronger. “Va enterrada en la tierra, muy cerca del tronco del árbol. Se llena de agua y, como el fang es poroso, poco a poco da humedad al árbol, un método muy ecológico para regar.” 

Las possessions de Son Cos, situada entre Sa Cabaneta y Marratxinet, y Son Alegre, en Es Pla de na Tesa, son las que conservan piezas que se utilizaban para dar de comer a los animales, pero también para lavar la ropa y uso culinario, especialmente para conservar los alimentos.  Estas paredes, testimonio de las piezas en su contexto original, son de los pocos lugares en los que podemos verlas en la actualidad tal y como se usaban.  Con la divulgación de los usos de este tipo de cerámica, se espera que vuelva a conocerse los orígenes de las piezas, patrimonio de la cultura de Marratxí que hay que reivindicar para que no se olvide.