Es Caülls, Son Sales y el torrente de Coanegra

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El puente de Es Caülls, donde actualmente encontramos la estación de tren de Marratxí, fue edificado con bloques de piedra arenisca en el siglo XIX con el objetivo de salvar el obstáculo que suponía el torrente de Coanegra, mejorando así la comunicación entre dos destacadas posesiones: Es Caülls y Son Sales.

La posesión de Son Sales, probablemente de origen medieval, estaba formada por unas casas y una importante bodega, almazara, molino de sangre, establo, bobal, entre otras dependencias agrícolas, ya que se dedicaban a la explotación de algarrobos, olivos, viñedos y cultivo. Con los años, se fue ampliando y reformando. Fue la posesión más valorada de Marratxí y una de las más significativas y grandes de Mallorca. 

En 1800 se dividió en dos: Son Sales y Es Caülls, surgiendo esta última, por tanto, como una extensión que se explotó como zona ganadera, llegando a tener hasta 3000 ovejas y 500 olivos. Cuando se dividió, la llamaron Son Sales Nuevo, hasta que se regularizó el topónimo antiguo, Se Caülls. Fue adquirida por los propietarios de la vecina son Veneno, los cuales hicieron reconstruir este puente. Por este motivo, en los laterales de este se pueden observar dos escudos: el de la izquierda corresponde a la familia Verí, y el de la derecha, a la familia Salas. En el centro, se puede observar un crucifijo con los cuatro brazos en lo que se llama flor de lis o flor de lirio, que simboliza, entre otras connotaciones, la pureza, el honor y el poder. Abajo de la cruz, figura la fecha de 1884.

El puente consta de elementos de interés artístico, histórico, ambiental y patrimonio arquitectónico del término municipal de Marratxí (1999). Por otro lado, los dos escudos están declarados Bien de Interés Cultural desde el año 1963. Desde 2006 el puente de se Caülls sólo se puede transitar a pie.

En cuanto al torrente de Coanegra, el cual comienza el salto del Freu, en Oriente, y se extiende por el valle de Coanegra, hacia los términos de Bunyola, Santa Maria y Alaró, hasta que, una vez en el Raiguer, se junta al puente de Inca con el torrente Gros, donde vierte sus aguas. Además del valor paisajístico, el entorno del torrente es un lugar interesante por su flora y fauna. Entre la vegetación abundan los endemismos insulares como la retama, la violeta de peñasco, la maçanella, la estepa joana y el teme bordo, entre otros. También encontramos árboles como el rotaboc, la encina, el olmo, el fresno, el almez y el piojo negro. En las zonas más húmedas del torrente hay numerosas plantas acuáticas como la verónica de agua azul, el sussorí, el xiringuillo, la menta borda o el junco, además de varias helechos. En cuanto a la fauna, están presentes las tres especies de alimañas, la marta, la jineta y la comadreja. A los agujeros, cuevas y simas se esconden los murciélagos, mientras que en las pozas de los torrentes tienen el escondite la serpiente de agua y la rana. Estos lugares son visitados frecuentemente por algunos rapaces como el halcón, el cernícalo, el milano o la lechuza.