Ca’s Canonge celebra su 40 cumpleaños en plena pandemia

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La alfaería Ca’s Canonge nació en Pòrtol hace 40 años, en enero de 1981, de la mano de los hermanos Bartomeu y Bernat Amengual Reynés. Entonces solo tenían 19 y 17 años. Aprendieron el oficio de su padre, Bernat Amengual Serra, la alfarería de Sa Penya. “Desde muy pequeños todos los veranos íbamos a la alfarería de Sa Penya para aprender el oficio”, explica Bernat Amengual.

Bartomeu es maestro artesano alfarero, con la carta número 117, y Bernat, maestro artesano escudeller con la carta número 116. Los hermanos Amengual son descendentes de varias generaciones de artesanos del barro. Calculan que son la sexta generación de alfareros, pero creen que serán la última porque, de momento, ninguno de sus hijos está interesado en seguir con la alfarería. “El futuro de las alfarerías lo veo difícil, sobre todo porque algunas no tienen relevo y porque es un trabajo muy pesado en el que tienes que trabajar de lunes a domingo, y cuando no estás en el taller, estás en las ferias”.

Pandemia

Can’s Canonge, como la gran mayoría de negocios, quedó “completamente parado” durante la pandemia. “Suerte que al menos pudimos coger alguna ayuda y así lo pudimos sobrellevar a pesar de que las ayudas tardaron en llegar, cuenta Bernat.

Los hermanos Amengual aprovecharon el tiempo de la pandemia para reformar tanto el taller como la tienda. Además, como también hicieron muchas alfarerías, se volcaron en las redes sociales para conectar con los clientes. ”Apostamos por Facebook y por Instagram. Mucha gente ha venido gracias a esto e incluso turistas”. A pesar de que la receta básica de la alfarería no ha cambiado en los últimos 41 años. “Siempre hemos trabajado mucho y hemos tratado bien el cliente, sin engañarlo”, sostiene Bernat Amengual.

Can’s Canoinge arrancó con los hermanos Amengual y llegaron a ser siete trabajadores en los mejores tiempos, entre los años 2000 y 2005. “Ahora volvemos a ser nosotros dos. Tomeu hace las greixoneres y yo los platos, pero si hay mucho trabajo de una cosa ambos a el mhacemos el mismo”, explica Bernat.

Aparte de hacer piezas de color, de pastas blancas que tienen muy buena acogida últimamente, Ca’s Canonge nunca ha dejado de hacer las tradicionales greixoneres y ollas con la tierra roja de Pòrtol, piezas de gran calidad para cocinar tanto con fuego de leña como con butano o vitrocerámica. Tampoco nunca han dejado de lado los platos morenos y los siurellls. En la tienda también podemos encontrar todo tipo de objetos como huchas, farolas o artículos de jardinería como pateras o maceteros.

Orígenes

«Nuestro padre fue un gran referente para nosotros. Cuando abrimos, él siguió trabajando en la alfareía de Sa Penya, pero siempre que podía nos echaba una mano”, relata Bernat, que considera que los clientes actuales han cambiado. “Son más exigentes, les gusta las cosas artesanas y disfrutan mucho viéndonos trabajar en el torno”.

“Nuestra clientela principal es la gente particular que nos compra tanto en la alfarería como en los mercados semanales de Sineu e Inca”, cuenta Bernat, que reconoce que la venta en los mercados puede llegar al 40% del total de la facturación. También venden a hoteles, restaurantes, tiendas y envían una parte de su producción a otros países. Y, además, ofrecen la posibilidad de crear piezas por encargo, totalmente personalizadas.