«La crisis del coronavirus nos deja lecciones importantes» Miquel Ramis

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Miquel Ramis es el jefe del departamento de Educación Vial de la Policía Local. Sara Browne es la psicóloga del Ayuntamiento. Claudia Perelló es trabajadora familiar del área de Servicios Sociales. Los tres, desde las respectivas ocupaciones y perspectivas, constatan el cambio que les ha comportado en el trabajo la crisis sanitaria derivada del coronavirus. Podemos decir que son espectadores «privilegiados» de cómo vive la sociedad marratxinera esta pandemia sin precedentes en la historia reciente, con cuarentena incluida. Por ello, Ramis, Perelló y Browne responden las mismas preguntas sobre esta temática.

1. Como ha variado su trabajo debido al COVID-19? ¿En qué consiste actualmente?

Mi trabajo, como no puede ser de otra manera, ha variado a raíz de la proclamación del estado de alarma. He dejado de hacer clases de educación vial en las escuelas, que es mi actividad principal en condiciones normales, para unirme a las tareas de control y vigilancia que llevan a cabo el resto de compañeros, y siguiendo siempre las directrices que llegan desde de Madrid, desde la Comunidad Autónoma o del Ayuntamiento «.

Por otra parte, a cada mando del cuerpo se le ha asignado un trabajo de coordinación específica. En mi caso, la coordinación entre otros compañeros y Protección Civil y la colaboración entre los dos grupos. Ellos, por ejemplo, se encargaron ya en el primer momento de dar vueltas por los distintos núcleos de Marratxí y transmitir por megafonía mensajes que hacían hincapié en la necesidad de que todo el mundo se quedara en casa.

Los miembros de Protección Civil nos avisan por emisora ​​cuando tienen constancia de situaciones que abusan de las salidas a la calle, por ejemplo, de personas que salen a comprar dos o tres veces el mismo día o aquellas que a diario van al estanco a comprar tabaco… Por otra parte, también he ayudado a coordinar con Protección Civil las iniciativas solidarias que ellos han llevado a cabo (ver sección Ciudadanía Activa).

Al estar solo permitidos los trabajos vinculados a servicios esenciales, no hay duda de que la actividad en la calle ha descendido muchísimo. De todas formas, los primeros 15 días fuimos de cráneo, porque nos teníamos que ir adaptando a las situaciones de cada momento.

Por otra parte, desde el punto de vista de medidas preventivas, de la misma manera que tenemos unos mínimos de personal en activo, también hemos establecido unos máximos a fin de coincidir el menor números de agentes en un mismo servicio. De este modo, limitamos el riesgo de contagio. Además, en la misma línea, siempre que el servicio lo permite, se mantienen las mismas patrullas, los agentes llevan las mismas emisoras y usan el mismo vehículo. Igualmente, a primera hora de la mañana (a las 7:30 h) la empresa municipal Marratxí XXI hace la desinfección de todos los vehículos policiales, al igual que sus operarios también desinfectan todas las dependencias policiales, al menos una vez por semana.

2. ¿Cómo lleva el estrés que va asociado a su trabajo?

Más que estrés, diría que hay tensión, y es lógico. Es un momento muy delicado para todos, y por muchas medidas preventivas que pongas, nunca puedes saber del todo donde puede estar el peligro escondido. Me gustaría destacar en todo caso el grado de compromiso de toda la plantilla, con el mando del inspector Miquel Àngel Pascual. Podemos tener -como humanos que somos- momentos de altibajos, pero todo el mundo está remando en la misma dirección. La predisposición es máxima por parte de todos. Le estamos poniendo muchas ganas.

3. ¿Le ha comportado cambios en la relación familiar en su casa?

Si bien es verdad que en casa somos muy activos, al mismo tiempo también somos muy caseros, por lo que hasta ahora llevamos con normalidad el hecho de permanecer en el hogar Intentamos tener rutinas y estar ocupados. Eso sí, mi hijo pequeño, de nueve años, antes de yo partir siempre me dice: ‘Papá, no te voy. Estás más seguro en casa ‘.

4. ¿Cómo valora el comportamiento de la ciudadanía de Marratxí?

 Estamos muy contentos del comportamiento de la mayor parte de la población de Marratxí. Pero dicho esto, debo decir también que me duele ver que hay gente insolidaria que se salta alegremente las restricciones, por ejemplo algunos propietarios de perros que se pasan de la raya. Para nosotros, los verdaderos héroes de toda esta situación son los niños, y me refiero desde los más pequeños hasta los de 18 años. Están teniendo un comportamiento ejemplar. Quiero subrayar, además, que a las ocho de cada noche, diferentes unidades de Policía, con los respectivos vehículos, nos desplazamos hasta el exterior del centro de salud Martí Serra, en Sa Cabana, para aplaudir y reconocer el trabajo del personal sanitario y también de todo el vecindario. Es un momento muy especial.

5. ¿Qué lecciones podemos extraer de esta pandemia y del confinamiento?

Yo creo que estamos viviendo una guerra en la que tenemos muchos de factores en contra. Demográficamente, ya estamos pagando una factura muy alta. Económicamente, también. Pero a pesar de todo hay que extraer la parte positiva: en mi opinión es que el planeta está agradeciendo la tregua forzada que le hemos dado. Es hora de que entre todos nos replanteemos muchas cosas y que tomemos las medidas necesarias.